¿Qué pasaría si se crea una forma de vida inmune a cualquier tipo de virus o bacteria? Científicos de Cambridge han dado un paso de gigante en la carrera de la investigación biológica: mediante la manipulación del código genético de un microbio han creado una célula sintética capaz de bloquear cualquier tipo de afección.
Esto supone un avance sin precedentes en la biología. Ya se conocía cómo manipular el ADN, pero ahora es la primera vez que se puede modificar el comportamiento de las células para crear formas de vida distintas.
El director de la investigación, publicada en 'Science', Jason Chin –director de proyecto y, también, del Laboratorio del Consejo de Investigación Médica de Biología Molecular-, ha aseverado que esto es "una revolución": "Estas bacterias pueden ser modificadas para convertirlas en 'fábricas' de producción de nuevas moléculas con nuevas propiedades". Subraya que esto podría tener "beneficios en la biotecnología y la medicina al poderse crear nuevos medicamentos como antibióticos", según reporta Financial Times.
Además, Chin explica que si un virus "se introduce en los depósitos de bacterias que se utilizan para fabricar determinados medicamentos, puede destruir todo el lote". Sin embargo, "nuestras células modificadas pueden revertir esta situación al ser completamente resistente a los virus".
El estudio ha concluido después de crear una versión de la bacteria común E. Coli desde cero, con compuestos químicos de laboratorio. Los investigadores han reescrito el código genético de la bacteria Syn61 y no solo se ha alterado su ADN, sino toda la "maquinaria celular" que transforma los genes en productos bioquímicos. Así, se ha conseguido crear un organismo como la E. Coli pero con propiedades adicionales.
Código del ADN
El ADN está compuesto por varias letras que representan distintos compuestos químicos. Son cuatro: A de adenina, T de Timina, C de Citosina y G de Guanina. Estos forman las bases de nucleóticos del ADN; el código para cada gen combina los cuatro compuestos de distintas maneras para formar "palabras" de tres letras. Estas especifican luego qué aminoácidos se necesitan en cada paso de la síntesis de una proteína, según el National Human Genome Research Institute.
Entre todas estas "palabras" hay 64 fragmentos más cortos, llamados codones, que tienen las instrucciones para sintetizar los 20 aminoácidos conocidos. La investigación liderada por Jason Chin ha modificado las secuencias de estos codones para fabricar aminoácidos que no existen en la naturaleza pero que siguen permitiendo a una célula obtener las proteínas necesarias para vivir.
Los experimentos concluyen que las células bacterianas pueden unir bloques de construcción moleculares en nuevas proteínas y otras moléculas grandes, los conocidos como polímeros. "Nos gustaría usar estas bacterias para descubrir y construir polímeros sintéticos que se transformen en estructuras y puedan crear nuevas formas de materiales", aseguró Jason Chin.