Científicos españoles del CSIC han creado un nuevo ingrediente que podría suponer una revolución para la alimentación de los intolerantes a la lactosa y la posibilidad de poder comer un yogur o un helado. Se trata de la clara de huevo hidrolizada: desarrollada en un laboratorio, tiene la textura de los lácteos pero no lleva leche.
"Lo que hemos hecho es fragmentar las proteínas de la clara de huevo. La gran cadena de proteínas la hemos fragmentado en cadenas de proteínas más pequeñas y eso nos ha dado texturas nuevas", explica la investigadora Marta Miguel, que apunta que las que han conseguido "similares a un producto lácteo".
Aunque se parece a la leche, no contiene lactosa, por lo que aquellas personas intolerantes a este disacárido que echen de menos tomar batidos, yogures o helados podrán hacerlo en tan solo unos meses, ya que pueden elaborarse con este nuevo producto. Gracias a su textura, sirve también para preparar cócteles, pero con muchas menos calorías que uno convencional.
Un ingrediente que, además, es saludable, ya que la clara de huevo hidrolizada aporta una gran cantidad de proteínas pero sin grasas, azúcares, lactosa o gluten y es de fácil digestión, absorbiéndose de manera rápida en nuestro organismo.
Así, según apunta la científica Marta Garcés, puede ser "una alternativa bastante buena" para quienes nunca han tenido la experiencia sensorial de tomar un producto lácteo y, además, "con unas propiedades nutricionales" beneficiosas.
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