En Denia, Alicante, los guardacostas se están acostumbrando a salir a mar abierto y hacer varios avistamientos de delfines y ballenas rorcuales que abundan en estas aguas de la costa norte. Estos ejemplares se pueden ver en grupos muy numerosos, de hasta 30.
La razón que atrae a estos grandes grupos de cetáceos es la presencia de muchos peces pequeños. Desde de abril y hasta septiembre las grandes ballenas rorcuales se dejan ver a escasos metros de la costa.
"Es fantástico, es un animal enorme, el segundo animal más grande del mundo y están pasando a menos de 20 metros de agua y en el Mar Mediterráneo no ocurre en prácticamente ningún otro sitio", cuenta Antonio Esteban, biólogo del Oceanogràfic de Valencia.
Centenares de delfines y decenas de ballenas son avistados al año en el cabo de San Antonio, un auténtico paraíso que se puede disfrutar también desde la costa.
Por eso, porque se pueden ver a simple vista desde tierra, se ha instalado un punto de observación desde tierra en Denia. El Observatorio de Cetáceos de Denia es único en todo el Mediterráneo.
Gracias a él, ya no hace falta tener barco para disfrutar, en directo, de ese espectáculo natural. "Es el punto donde más cerca están de la costa porque cuando llegan a la punta del cabo vuelven mar a dentro", explica Josep Crespo, concejal Medio ambiente de Denia.
El peso no importa, la grasa sí
Nueva propuesta para redefinir la obesidad: que la grasa corporal sustituya al IMC como indicador clave
Los expertos sugieren eliminar la norma actual de dividir el peso (en kilogramos) por el cuadrado de la estatura (en metros) y proponen un enfoque más preciso. Este nuevo método permitiría realizar diagnósticos y tratamientos más ajustados a la salud metabólica de cada individuo.