Desde una pequeña habitación en un pueblecito del suroeste inglés, se paró al 'Wannacry'. A los mandos de un arsenal informático, un joven bloguero y consultor de seguridad, fan de la pizza, el surf y Pokémon.
Marcus Hutchins, 22 años, explica que le pasaron parte del código del virus, descubrió que para propagarse este llamaba a una dirección de Internet cuyo dominio raíz no tenía dueño. Raudo, lo compró y lo desvió. Así, por menos de 10 euros, ayudó a frenar el mayor ciberataque global hasta la fecha.
"Sí, este ataque se puede dar por finiquitado; en realidad, registré el dominio para hacer un seguimiento, sólo estaba haciendo mi trabajo; así que no, no creo que sea un héroe", explica Hutchins.
De hecho, ahora teme por SU seguridad. No será por la financiera: le llueven ofertas millonarias de todo el mundo. Aunque Marcus, de momento, sólo irá a Silicon Valley de vacaciones.
Manda un mensaje a las empresas: "Actualizad vuestros sistemas y dad un aumento a vuestros informáticos, que paran estas cosas". Mientras, el análisis forense de los restos del virus apunta a que pudo salir de Corea del Norte. Han encontrado coincidencias con otros malwares del grupo Lazarus.
En cualquier caso, parece que ha sido un 'ransomware' más desestabilizador que lucrativo, apenas ha "recaudado" unos 60.000 euros y quienes han pagado no han recuperado sus datos.