Egipto ha anunciado el descubrimiento de nuevas tumbas faraónicas en la ciudad monumental de Luxor (sur) y está restaurando otros monumentos, tal y como asegura el director del Departamento de Antigüedades local, Mustafa Waziri.

En una entrevista, el arqueólogo explica que la apertura de nuevos sepulcros y atracciones "anima a volver a los turistas que han visitado Luxor anteriormente". Precisamente, Waziri prepara con el Gobierno provincial de Luxor la temporada turística invernal, que es la de mayor afluencia en el valle del Nilo, debido a las altas temperaturas en verano.

"Nuestro papel no es activar el turismo, ese es el trabajo del Ministerio de Turismo", destaca el arqueólogo, pero desde su departamento apoyan el sector con la apertura de nuevas zonas arqueológicas, tumbas y otros monumentos. El ministro de Antigüedades egipcio, Jaled al Anani, acompañado de Waziri, anunció en Luxor el descubrimiento de la tumba de Amenemhat, un orfebre del dios Amon que vivió en la dinastía faraónica XVIII y cuyo sepulcro escondía piezas de uno de los templos de ese dios.

Hallada en Egipto la tumba de un orfebre del dios Amón

Además, el pasado abril una misión de arqueólogos egipcios descubrió una tumba casi intacta de un alcalde de la antigua Luxor (Tebas), llamado Ausrihat, de la misma dinastía del orfebre (1.550-1.295 a.C.), en la que había ocho momias.

Estos anuncios, que las autoridades egipcias suelen hacer a bombo y platillo,"ayudan a revivir el turismo", destaca Waziri, el cual promete que la tumba de Amenemhat no va a ser el último descubrimiento de la temporada. "Vamos a anunciar el descubrimiento de nuevas tumbas", asegura con cierto misterio el experto ante la sede provincial. Además, el Departamento de Waziri está restaurando los templos de Luxor y Karnak, los más majestuosos de la ciudad, y en ese último complejo arquitectónico se está renovando una sala donde hay estatuas del faraón Tutmosis III, también de la dinastía XVIII.

Además, en Karnak , el equipo de arqueólogos egipcios está quitando el cemento con el que fueron restaurados en los años 70 la sala de Ajmenu y el Templo de las Fiestas de Tutmosis III, para sustituirlos con materiales modernos como cal y arena, explica Waziri. En el Valle de los Reyes, la mayor necrópolis de Egipto, que contiene hasta 64 tumbas de faraones, los restauradores están iluminando seis de ellas y se disponen a reabrir al público el sepulcro de Ramsés III, de la dinastía XX (1.186 - 1.069 a.C.).

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El principal objetivo son "los turistas repetidores", esto es, los apasionados de la egiptología que regresan al país "para ver algo nuevo", dice Waziri. El director de Antigüedades de Luxor, que es además el jefe de la misión egipcia que descubrió las tumbas de Ausrihat y Amenemhat, destaca que en esta última había conos funerarios en los que están escritos nombres de faraones, cuyas tumbas aún no han sido desenterradas.

Esto alienta a Waziri y a su equipo a seguir trabajando para revelar nuevos misterios de los antiguos egipcios y, al mismo tiempo, intentar apoyar la maltrecha economía de sus descendientes. El turismo era uno de los principales sectores económicos de Egipto y representaba en torno al 11,3 % del Producto Interior Bruto y la cuarta parte de las divisas que entraban en el país antes de la revolución de 2011.

La violencia e inestabilidad política en los años que siguieron a la revuelta popular espantaron a los 14,7 millones de turistas que visitaron el país en 2010, marcando una cifra récord. El año pasado, 4,5 millones de personas visitaron Egipto, atraídas principalmente por las maravillas faraónicas y las paradisíacas playas del mar Rojo, menos golpeadas por la crisis que las zonas arqueológicas situadas en el valle del Nilo y El Cairo.