María es científica e investiga sobre el cáncer. Tras más de una década de estudios consiguió optar a una plaza fija en el Sistema Nacional de Salud.
"Es un programa de cinco años y en los que a los investigadores se nos pide que iniciemos nuestro propio grupo de investigación y que establezcamos nuestras líneas. Cuando pasan estos cincos años somos evaluados otra vez para acceder a una segunda fase", explica María De la Fuente, directora de la Unidad Nanoncología del IDIS.
Sin embargo, en pleno proceso tuvo a sus dos hijos. En total, estuvo 13 meses de baja por maternidad. María cuenta que "al haber trabajado menos tiempo, la cantidad de méritos y el tipo de méritos que puedes conseguir son menores".
Un agravio comparativo respecto a las oportunidades que tienen sus compañeros varones. Sin ese tiempo para publicar, María no pudo completar su periodo de investigación y tampoco consiguió la plaza que deseaba. "Al final penaliza el hecho de ser madre", denuncia María.
Al igual que ella, son muchas las mujeres que reivindican mayor conciliación e igualdad de oportunidades. En total, el 46% de las científicas considera que no ha avanzado en su carrera debido a su género.
Ángeles Heras, secretaria de Estado de Ciencia, Investigación y Desarrollo reclama "un tiempo especial de descuento en los currículum de las investigadoras por la maternidad".
Algo que ya funciona en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas desde hace casi una década, de la mano de su directora, María Blasco. "Hemos sido bastante pioneros, no sólo en eso, en más cosas. Tenemos un horario flexible y, por ejemplo, nunca se pone una reunión de dirección más allá de las cuatro de la tarde con tal de no excluir a hombres o mujeres que quieran conciliar", explica María Blasco.
Medidas para que no se desaproveche el talento de las científicas y que sirva de ejemplo para las investigadoras del futuro.
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