Humo de industrias, de chimeneas, de coches... emitido sin cesar a la atmósfera. En 2018, la contaminación por dióxido de carbono subirá casi un 3%, alcanzando un pico histórico muy preocupante.

En este desorbitado incremento tiene mucho que ver el repunte entre 2017 y 2018 del combustible fósil más contaminante: el carbón. Aunque no sólo. "El crecimiento de emisiones en China impulsado por la construcción de EEUU, por un clima inusual", afirma Corinne Le Quere, autora del informe 'Global Carbon Project'

El aumento de las emisiones de CO2 está previsto que se produzca, especialmente, en tres de las cuatro grandes potencias mundiales más contaminantes: China, Estados Unidos e India. Junto con la Unión Europea acumulan casi el 60% del CO2 del planeta.

Imagen de archivo de contaminación

Los investigadores insisten en que las renovables son parte de la solución. "Tenemos energía renovable que está creciendo, expandiéndose muy rápidamente", añade Le Quere.

Aseguran que es necesario acabar con la dependencia del mencionado carbón, el petróleo y el gas. Las emisiones mundiales procedentes de estos combustibles fósiles y de la industria suponen el 90% del dióxido de carbono que produce la acción del ser humano.