Después de más de diez años de investigación, el equipo del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York ha descubierto por qué nos salen las canas. El estudio se ha hecho en ratones ya que poseen células similares a las del cuero cabelludo humano.
El pelo envejece, se desprende y vuelve a nacer, pero cuanto más ocurre esto, más se debilitan las células madre melanocitarias, que son las que poseen los pigmentos que dan color a nuestro pelo.
Residen en los folículos pilosos. Allí, se desplazan de un lado a otro y ese movimiento es el que genera la melanina que tiñe nuestro cabello. Cuando envejecemos el movimiento de esas células se debilita hasta quedar bloqueado, de forma que dejan de tener color y pasan a exteriorizar las células pero en tonos blancos y grises, a lo que comúnmente llamamos canas.
Gracias a este estudio, los científicos han descubierto que es posible extraer las células que han perdido el movimiento o han muerto, para trasladarlas a otros folículos que tengan mayor actividad, para reactivar las células y que vuelvan a tener el color de siempre.
Según Óscar Muñoz, dermatólogo especializado en tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) esta teoría es factible: "lo que sabemos es que esas células madre se van moviendo en esos compartimentos y algunos compartimentos dentro del pelo son más activos y otros menos activos y se pueden intentar mover esas células para que se activen".
Al cambiar de compartimento, reciben otro tipo de proteínas más propicias para que el proceso de crecimiento y madurez de las células sea el correcto para conservar su color y evitar las canas.
Todavía está en fase de estudio, según los expertos, puede tardar años en encontrarse la fórmula adecuada para revertir el proceso de envejecimiento de los folículos y las células madre que en ellos habitan, pero, la ciencia está en el camino de descubrir cómo olvidarnos del tinte y de las propias canas.