Una nueva excavación desarrollada en el norte de Perú por un equipo de investigación, financiado por National Geographic Society, encontró los restos de 111 niños sacrificados en la etapa precolombina por la cultura Chimú, según anunció el arqueólogo peruano Feren Castillo.
A la localidad costera de Huanchaquito, en la región norteña de La Libertad, considerada como un lugar sin precedentes en la historia del Perú por el alto número de sacrificios de niños y camélidos (llamas) jóvenes, se sumó este nuevo hallazgo en el sitio arqueológico Pampas La Cruz, en la misma zona.
"A los 140 niños encontrados en la zona de Huanchaquito hace unos meses, en esta nueva excavación en Pampas La Cruz, hasta la fecha, hemos encontrado un total de 111 niños sacrificados. La arqueología nos ha premiado", aseguró Castillo.
"Hemos excavado todo en Huanchaquito y ahí se ha hallado 140. En Pampas la Cruz aún nos falta terminar de excavar, pero ya estamos en una cifra que se acerca a superar ese gran número", precisó el arqueólogo.
Según explicó Castillo, se trata de un sacrificio humano efectuado por la civilización precolombina Chimú, entre los años 1400 o 1450 de nuestra era, debido a "algún fenómeno climatológico que habría producido lluvia en esta zona".
"Sabemos que cuando llueve, hay menos anchoveta en el mar. Probablemente esa haya sido una de las razones por las que el sacrificio se hizo cercano al mar. Parece que han usado todo el sitio de Huanchaco para esto", agregó el arqueólogo, que forma parte del equipo liderado por el investigador peruano Gabriel Prieto.
Los investigadores han determinado que los restos óseos del sacrificio corresponden a niños y niñas de edades que oscilan entre los seis y 15 años, y llamas de entre un año y año medio.
"Una matanza casi apocalíptica de niños y llamas, similar a la antes descubierta", agregó Castillo.
En abril pasado, National Geographic dio a conocer el mayor sacrificio masivo de niños en América prehispánica, el que tuvo lugar hace más de 550 años en el norte de Perú, gracias a un descubrimiento de más de 140 niños y 200 camélidos ofrecidos a modo de ritual por la civilización Chimú, en esta misma localidad.