El asteroide Florence, que pasará cerca de la Tierra el 1 de septiembre sin peligro de impacto y que tiene de cuatro a nueve kilómetros de diámetro, representa una oportunidad valiosa para que especialistas lo observen y analicen.
Florence es el asteroide más grande observado en la historia de la NASA.
"Para la ciencia es importante conocer sus propiedades espectrales; podremos establecer cuánto mide y cómo es su estructura", apuntó la investigadora Karina Cervantes, del Instituto de Geofísica de la UNAM.
La cercanía permitirá que se indague sobre su tamaño real y en aspectos como "su topografía, rotación, textura y una determinación más exacta de su trayectoria orbital".
La investigadora recordó que es un cuerpo casi tan grande como el que generó el cráter de Chicxulub, y que al colisionar con la Tierra hace 65 millones de años, en el norte de lo que es la Península de Yucatán, causó la extinción de innumerables especies vegetales y animales, incluidos los dinosaurios.
El asteroide rozará la órbita terrestre a una velocidad de 13,53 kilómetros por segundo y los científicos podrán observarlo con telescopios y radares.
El asteroide procede de más allá de Neptuno y pasará a siete millones de kilómetros de distancia, es decir 18,38 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
El peso no importa, la grasa sí
Nueva propuesta para redefinir la obesidad: que la grasa corporal sustituya al IMC como indicador clave
Los expertos sugieren eliminar la norma actual de dividir el peso (en kilogramos) por el cuadrado de la estatura (en metros) y proponen un enfoque más preciso. Este nuevo método permitiría realizar diagnósticos y tratamientos más ajustados a la salud metabólica de cada individuo.