El pleno del Parlamento Europeo dio luz verde definitiva a la nueva directiva europea de derechos de autor, que actualiza los derechos de los creadores en el entorno digital para garantizar que reciben una justa remuneración.
Tras dos años de tensas negociaciones por el rechazo que el texto ha despertado tanto entre algunas plataformas de Internet como entre los pequeños creadores, la reforma salió adelante por 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones.
Para conseguir que nadie suba contenidos protegidos por derechos de autor a Internet se reclama a las plataformas que asuman responsabilidades por el material que ofrecen a la red incluso a través de terceros.
Para controlar que los usuarios no suben material a plataformas como Youtube o Twitter que tienen derechos de autor sin previo pago, éstas tendrán que poner en marcha "filtros de carga" que les ayuden a cribar y evitar así cuantiosas multas.
Esos filtros, que los defensores de la directiva apoyan, facilitarán asegurar la justa remuneración de los autores pero significan, para los que rechazan la reforma, limitar la libertad de expresión y acabar con los pequeños creadores.
"Básicamente estamos hablando de un algoritmo, estaremos ante la censura algorítmica. Un robot que decide si algo tiene o no 'copyright' y lo bloquea", denunció la experta de Xnet, fundador en España de #SafeYourInternet, Simona Levi, que lamentó que Europa vaya "a quedarse atrás respecto a innovación digital y cultural" respecto a EEUU.
En la teoría, la nueva normativa excluye de protección de derechos de autor a obras que busquen simplemente la parodia, como los memes y gifs, pero en la práctica el cribado de los filtros podría afectarles.
La reforma también garantizará que se puedan compartir fragmentos de noticias, pero no textos enteros.
Una de las plataformas más afectadas, Google, señaló a través de un comunicado que la nueva directiva "aunque mejora algo las cosas, seguirá comportando inseguridad jurídica y perjudicará a las economías digitales y culturales europeas".
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