Año 2060. En Cádiz, el nivel del mar ha subido 26 centímetros. En Barcelona, 29 centímetros, y en Santa Cruz de Tenerife, 31. Y este es el mejor escenario: según recoge el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), de aquí al año 2100, la crisis climática tendrá al mundo, en términos ambientales, con el agua al cuello.
Los datos se desprenden del último borrador de su sexto informe sobre el cambio climático, que este año ha contado con una colaboración especial. Sin ir más lejos, la NASA se ha unido a la tarea de concienciación y, a través de los datos de la IPCC, que abarcan décadas y décadas de previsiones, ha dibujado un mapa que vaticina hasta qué punto es urgente reducir las emisiones.
Solo en España hay 15 puntos que están especialmente en riesgo. Los tres mencionados son los que se llevan la peor parte, debido a que, en el año 2080, Tenerife, Cádiz y Barcelona, todas ellas, en el mejor de los casos, rondarán los 40 centímetros de subida.
También preocupan La Coruña, Santander, Valencia o Vigo, en las que en apenas 60 años el agua subirá más de 35 centímetros. Junto con eso, cierran la lista de puntos afectados Santa Cruz de la Palma, Huelva, Arrecife, Palma de Mallorca, Gijón, Málaga, Almería y Alicante.
Previsiones preocupantes
El IPCC ha proporcionado evaluaciones a escala mundial del clima de la Tierra cada cinco a siete años desde 1988. La entidad se ha centrado sobre todo en los cambios de temperatura, las capas de hielo y las consecuencias de los gases de efecto invernadero.
La cuestión es que esta última variable es, según la organización, una de las más influyentes a la hora de evitar que siga subiendo el nivel del mar. Un hecho que, al largo plazo, podría rozar la catástrofe. Ante esto, la IPCC plantea cinco escenarios de previsión, que abarcan desde el más optimista (el SSP1-1.9), en el que la temperatura media subiría unos 1,5 grados, hasta el más preocupante, el SSP5-8.5, que aun así es el menos probable.
Las proyecciones se basan, principalmente, en datos recopilados por satélites e instrumentos en tierra, así como análisis y simulaciones efectuadas mediante computadora. La cuestión radica en que un futuro de bajas emisiones podría ayudar a revertir algunas de estas subidas. Pero en el otro extremo está la previsión que arroja proyecciones con el aumento más rápido del nivel del mar.
No obstante, en cualquier caso, estas serían útiles para la planificación costera, que tiene en cuenta posibilidades menos probables pero potencialmente más destructivas. Un hecho que, conforme pasan los años, y a pesar de los compromisos internacionales, sigue acentuándose. Aunque la intención del IPCC sigue siendo la misma: para como sea el ascenso un ascenso tan acuciado del nivel del mar.
Publicado en 'Science'
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