Existe la creencia popular de que para que un vehículo diésel mantenga limpio el depósito y el filtro de inyección se deben echar unos litros de gasolina. Una pequeña cantidad de 2 o 3 litros de gasolina mezclados con unos 30 o 40 litros de combustible diésel.
Para saber el porqué de esta arraigada costumbre, responde el mecánico Mario López, del Taller Hnos. López en Toro, Zamora. El origen de esta práctica se debe a las diferencias de calidad entre el diésel, que es un combustible secundario de peor calidad, y la gasolina, que efectivamente tiene propiedades detergentes.
Mitos y verdades
“El diésel genera residuos antes y después de la combustión, por eso hay personas que por cada 30 o 40 euros de gasoil echan 3 o 4 de gasolina, se mezclan y la gasolina limpia el circuito de inyección”, comenta Mario López, que añade que esto no debería de dar problemas en ningún coche diésel, pero existen productos específicos con los que obtener mejores resultados. “La efectividad de estos productos y su precio depende del fabricante, pero ofrecen mayores garantías que repostar unos litros de gasolina.” determina López.
Si por equivocación llenamos un depósito de diésel con gasolina, en ningún caso debemos mover el coche porque podemos llegar a estropear el motor.. En su lugar, debemos avisar al seguro del automóvil o notificarlo al personal de la estación de servicio.
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Cabe resaltar que no es necesario realizar este tipo de “limpiezas” del motor si se tiene un buen mantenimiento del coche, utilizando combustibles de buena calidad y cambiando el filtro de combustible cuando estipula el fabricante, que suele ser a los 40.000 kilómetros.