La enmienda socialista pasa por garantizar el derecho a no contestar ni correos electrónicos ni llamadas de trabajo en nuestro tiempo libre. Consideran que ya es suficiente con el horario de oficina y dirigen su propuesta a luchar contra las casi 14 horas diarias que pasamos conectados al trabajo. Fuera y dentro de nuestro horario y puesto. Este cuadro resume las propuestas de la enmienda del PSOE:
DESCONEXIÓN DIGITAL:
- Respetar descanso y vacaciones
- Evitar síndrome de fatiga informática
PROTECCIÓN A LA INTIMIDAD:
- Garantizar la privacidad
- Establecer protocolos de uso
SEGURIDAD DIGITAL:
- Prohibición de cámaras en lugares de descanso
- Utilización correcta de datos
OLVIDO DIGITAL:
- Cancelación de datos
- Supresión de datos de menores
"¿Cómo conseguirlo? Obligando a las empresas a que lo garanticen mediante acuerdos en el marco de la negociación colectiva entre empleadores y trabajadores", apunta Artemi Rallo, diputado del PSOE e impulsor de la enmienda en pro de la desconexión digital.
Así, a los derechos y libertades contemplados en la Constitución Española se incorporaría por primera vez la garantía de los derechos digitales. Pero la enmienda socialista contempla además que las empresas garanticen la privacidad e intimidad de los trabajadores en los ordenadores y móviles del trabajo, mediante el establecimiento de protocolos de uso.
También plantean el derecho al olvido digital, es decir, permitir fácilmente la cancelación de datos antiguos en Internet y poder suprimir de las redes sociales aquellos contenidos que hayamos subido a la Red siendo menores de edad. Además, el derecho al acceso universal para evitar que la pobreza digital y garantizar que todo el mundo, sin discriminación, pueda estar conectado.
El PP asegura que ya está contemplando aspectos relativos a la desconexión digital. "Hay derechos que la ciudadanía debe poder exigir en el mundo digital al igual que lo hace en el mundo físico", afirma Teodoro García, portavoz adjunto del Grupo Popular.
Publicado en 'Science'
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Para ello, los investigadores de la Universidad de Stanford han aplicado de manera tópica un colorante alimentario común y ello ha permitido observar sus vasos sanguíneos y el funcionamiento de los órganos y los músculos.