El informe 'Global Statistics on Alcohol, Tobacco, and Illicit Drug Use: 2017 Status Report', con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), ha revelado que, solo en el año 2015, el consumo de alcohol y tabaco costó a la población humana más de 250 millones de años de vida, mientras que las drogas ilegales como la cocaína supusieron una pérdida de apenas unas decenas de millones. De acuerdo con el estudio, publicado en la revista 'Addiction', los años de vida que quitó el tabaco durante 2015 fueron 170,9 millones, seguidos por el alcohol (85) y las drogas ilícitas (27,8).
Europa del Este tiene los datos más altos en estas dos últimas, mientras que Oceanía destaca en los del tabaco. En cuanto a las tasas de mortalidad atribuibles a estas sustancias, el tabaco provocó 110,7 muertes de cada 100.000 fallecimientos, mientras que el alcohol y las drogas quedaron muy por debajo (33 y 6,9). Una vez más, Oceanía resalta entre las víctimas a causa del tabaco (269,3 muertes por cada 100.000).
En Europa del Este, 108 muertes de cada 100.000 está causada por el alcohol, y 23,7 debido al tabaco. Las estimaciones a nivel global sugieren que casi uno de cada siete adultos (15,2 por ciento) fuma tabaco, un total de 933,1 millones de personas diariamente, y uno de cada cinco tomó alcohol de forma excesiva durante el último mes.
China (268,3 millones), India (104,2 millones) e Indonesia (53,7 millones) tuvieron el mayor número de fumadores. Entre los tres países, representaron el 45,7 por ciento de los fumadores diarios en todo el mundo.
Europa Central, Oriental y Occidental han registrado un mayor consumo de alcohol per cápita (11,61, 11,98 y 11,09 litros, respectivamente) y un mayor porcentaje de consumo excesivo entre los bebedores (50,5, 48,2 y 40,2 por ciento, respectivamente).
Estas mismas regiones europeas también han presentado la mayor prevalencia de tabaquismo, con Europa del Este a la cabeza (24,2 por ciento), seguida de Europa Central (23,7) y Europa Occidental (20,9). Por su parte, el norte de Africa y Oriente Medio registraron el menor consumo de alcohol per cápita (0,91 litros de alcohol) y el porcentaje más bajo de consumidores en abundancia de alcohol (17,3 por ciento).
En África subsahariana central se da una particularidad: presenta la mayor proporción de consumidores que abusa del alcohol (79,7 por ciento), a pesar de un consumo per cápita relativamente bajo (4,72 litros).
El uso de drogas ilícitas fue mucho menos común. Se ha calculado que menos de una de cada veinte personas consumió cannabis en el último año, con datos mucho más bajos en consumo de anfetaminas, opiáceos y cocaína.
Estados Unidos y Canadá tuvieron una de las tasas más altas de dependencia del cannabis, los opioides y la cocaína, mientras que en Australia y Nueva Zelanda se registró la mayor prevalencia de dependencia a anfetaminas, así como altas tasas de consumo de cannabis, opiáceos y cocaína.
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Por último, el informe advierte de que algunos países y regiones como África, el Caribe y América Latina tienen poca o ninguna información sobre las consecuencias para la salud del uso de estas sustancias, por lo que "corren el riesgo de un crecimiento rápido en su consumo".
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