Toneladas de electrodomésticos llegan al centro de gestión de residuos en Madrid. Planchas, routers y tostadoras que tiramos cuando dejan de funcionar.
Desahacerse de todo para convertirlo en material reciclable implica horas de trabajo.Las máquinas ayudan en este proceso, pero hay piezas tan pequeñas que sólo la mano del hombre puede separarlas.
"Cada aparato puede tener unos 15 materiales distintos", afirma Ángel Lasunción, consejero delegado de Recytel. Arreglar en lugar de comprar es la mejor alternativa, pero no es la más rentable para las multinacionales.
Hacemos la prueba: un ordenador tiene un problema en la placa base. El servicio oficial dice que no tiene solución, pero lo llevamos a una tienda para ver si nos lo arreglan. El técnico desarma el ordenador y localiza el problema en unos minutos. Se trata de una pieza que no cuesta más de 0,50 céntimos y el equipo arranca sin problemas.
En España sólo el 10% de las aparatos eléctricos se reparan. Un hábito que deberíamos cambiar por el bienestar del planeta y la de nuestro bolsillo.