La NASA ha salido al paso tras las predicciones de algunos de sus científicos como Tony Phillips, quien en una entrevista en el diario británico 'The Sun' advirtió de un periodo de "recesión" de la luz del Sol que podría dar paso a periodos de mucho frío.
Así la Agencia Espacial Norteamericana ha señalado que no hay una inminente "edad de hielo" o "mini edad de hielo" para las próximas décadas causada por una reducción esperada en la producción de energía del Sol.
En una publicación en su blog 'Ask Nasa Climate', explican que, a lo largo de su vida útil, el Sol experimenta de forma natural cambios en la producción de energía: algunos de estos ocurren durante un periodo normal de pico de 11 años, cuando se producen muchas manchas solares, y también etapas de baja actividad, con menos manchas solares. Estos, señalan, son bastante predecibles.
En esta línea, apuntan que hay periodos en los que el Sol se vuelve más silencioso, experimenta menos manchas solares y emite menos energía, un proceso llamado "Gran Mínimo Solar". La última vez que sucedió este fenómeno coincidió con un periodo llamado "Pequeña Edad de Hielo", que se prolongó entre 1650 y 1715 en el hemisferio norte. Fueron unos años de actividad solar extremadamente baja en una combinación de enfriamiento de aerosoles volcánicos y baja actividad solar que produjo temperaturas bajas.
Así, la NASA señala que el efecto en términos de forzamiento climático que podría ocasionar un nuevo Gran Mínimo Solar en las próximas décadas generaría un impacto de aproximadamente -0.1 W/m2 (vátios por metro cuadrado -unidad utilizada para medir la radiación solar-): se trata de el mismo impacto aproximadamente de tres años de crecimiento de la concentración de dióxido de carbono (CO2).
Por tanto, este nuevo Gran Mínimo Solar solo compensaría unos pocos años de calentamiento causado por las actividades humanas. Esto significa que el calentamiento causado por emisiones de gases de efecto invernadero por la quema humana de combustibles fósiles es seis veces mayor que el posible enfriamiento durante décadas de un mínimo solar prolongado, por lo que no se darían priodos de mucho frío.
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La NASA señala además, que en caso de que se diera un Gran Mínimo Solar durara un siglo, las tempraturas del planeta seguirían aumentando ya que existen más factores a parte de las variaciones de la producción del sol que cambian las temperaturas globales. Uno de ellos y de los más importantes es el calentamiento producido por las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los humanos.