Una desconocida e irreconocible fuente de luz cósmica, capturada por cuatro telescopios diferentes en la Vía Láctea, puede ser la esperada señal de la materia oscura en descomposición.
El astrofísico de la Universidad de Miami Nico Cappelluti ha publicado en 'The Astrophysical Journal' un examen detallado de la conocida como línea de emisión 3,5 keV, detectada en 2014."Usamos telescopios especiales para capturar la luz de rayos X en el cielo, y mientras miramos estos rayos X, los telescopios notaron una característica inesperada y capturaron un espectro de luz, que no es producido por ninguna emisión atómica conocida", dijo Cappelluti.
"Esta línea de emisión ahora se llama 3,5 kiloelectronvoltios (keV). Una interpretación de esta línea de emisión es que se produce por la descomposición de la materia oscura", añade.
Los cuatro telescopios que capturaron la emisión de 3.5 keV fueron el telescopio NuSTAR de la NASA, el telescopio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA), el telescopio Chandra y el telescopio Suzaku de Japón.
"Esta línea de emisión 3,5 5 keV no está identificada. Realmente no sabemos de qué se trata", dijo Esra Bulbul, astrofísica del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics y couatora del estudio.
"Si se confirma, esto nos dirá qué es la materia oscura y podría ser uno de los mayores descubrimientos en física", ha destacado Cappelluti.
Más Noticias
- Revelan un total de 36 galaxias masivas que forman parte del Universo primitivo, tres de ellas 'monstruos rojos' ultramasivos
- La Fundación FERO entrega 160.000 euros para potenciar la investigación del cáncer colorrectal y de mama
- El libro con el que el CSIC quiere acabar con los 'fakes' y mitos más populares sobre la alimentación
- Científicos logran que dos personas se comuniquen a través del sueño
- El telescopio Hubble capta la espectacular evolución de la estrella binaria simbiótica R Aquarii en un timelapse
Publicado en 'Science'
Desarrollan una técnica que consigue volver transparentes la piel y los tejidos de ratones vivos
Para ello, los investigadores de la Universidad de Stanford han aplicado de manera tópica un colorante alimentario común y ello ha permitido observar sus vasos sanguíneos y el funcionamiento de los órganos y los músculos.