Lejos quedan ya las largas colas que se formaban en la puerta del videoclub 'Ficciones' de Lavapiés para alquilar. Su propietaria, Marcia, nos cuenta que era "impresionante". El establecimiento ha servido incluso como plató para rodajes como 'Tarkovsky' de Manolo Solo y Luis Zahera. "Un sábado de 2010 alquilaba 150 películas; el sábado pasado, cuatro", asegura.
Aurelio es uno de los últimos clientes y confiesa que prefiera "las películas físicas y no estar pendiente de la programación de las plataformas o los anuncios". Hoy en vez de alquilar, ha comprado la película, porque hasta julio está todo en liquidación.
También en el videoclub de James en A Coruña. Ha intentado reflotarlo dando talleres, pero nos dice que ya no le quedan fuerzas.
Algunos todavía sobreviven como el primero que se fundó en España, 'Vídeo Instan' de Barcelona. Su dueña nos dice que es importante la "magia de perderse por los pasillos". Aunque el truco para conseguir sobrevivir es también reinventarse, ahora son también un espacio social con una sala de cine y una cafetería.