El crímen de Alcasser lo cambió todo y es que como nos cuenta la actriz protagonista de 'la Valenciana', Lorena López, "era normal que se hiciera autostop yendo a Color y lo hacía todo el mundo". Pero el miedo que se generó después del crimen acabó con la fiesta.
Después del éxito de 'Jauría', la obra de teatro sobre el juicio a la Manada, 'Valenciana' retrata el fin de una era marcada por la ruta del bakalao, el estallido del sensacionalismo tras el crimen de Alcasser y la corrupción.
En ese momento, el autor de la obra, Jordi Casanovas, cuenta que "se produce una demonización de las libertades individuales, cierta demonización de algunas libertades sociales que habíamos conseguido".
En esta obra aparece desde un político que delira hasta un padre que ha perdido a su hija, pero ninguno de los personajes acepta la realidad tal como es y que acabó dando rienda suelta a la corrupción política porque "lo que sentíamos como sociedad era que necesitábamos un poco más de control pero no los controlábamos a ellos".
Otra perspectiva de nuestra historia más reciente que todavía hoy nos sigue acompañando.
Eran conocidos como los 'caras rotas'
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Los conocidos como 'caras rotas' eran despreciados por la sociedad, como se narra en El reconstructor de caras. Solo algunos, gracias al cirujano Harold Gillies, vivieron una segunda oportunidad.