Charlie Watts era el tipo que bailaba claqué antes de cada concierto, el tipo 'discreto' que pegaba a cajas, bombos, platos y toms con la precisión de un reloj, siempre detrás de quien consideraba el mejor frontman de la historia: Mick Jagger. Watts era el hombre elegante que odiaba las giras y disfrutaba de su otra vida junto al jazz y el blues.
El hombre tranquilo que calmaba las aguas entre los miembros más díscolos de la banda. Wats era ese al que todos los músicos entusiasmaba. "Charlie era como una piedra, y un batería fantástico", no ha dudado en afirmar Paul McCartney, mítico cantante de los Beatles. Porque al batería de los Rolling ya le echan de menos.
Prueba de ello son todos los tuits que han compartido, en recuerdo de uno de los mejores percusionistas de la historia del rock, artistas como Mick Jagger, Ringo Star, Elton John, Ronnie Wood, Lenny Kravitz o Brian Wilson, con fotografías del ya fallecido músico. Porque, aunque ha dejado huérfana la batería, Charlie Watts, ya puede, por fin, descansar.
Watts falleció este martes, según anunció su publicista, Benard Doherty, y confirmó la propia banda después. "Con inmensa tristeza anunciamos la muerte de nuestro amado Charlie Watts. Falleció pacíficamente en un hospital de Londres hoy rodeado de su familia", se explicó en un comunicado, en el que se recordaba: "Charlie fue un querido esposo, padre y abuelo y, como miembro de The Rolling Stones, fue uno de los más grandes bateristas de su generación".