Se dieron a conocer en 1956, pero nos han acompañado hasta el día de hoy. Son los clásicos cuadernos de Rubio, con los que miles de españoles han crecido, ya sea para pulir su caligrafía o para empezar a realizar operaciones matemáticas, cuyo alcance se ha sostenido en la era digital.
En este sentido, la editorial responsable de los cuadernos, que cumple 65 años, ha cerrado un 2020 de récord, al incrementar sus ventas en un 48,4%, y hasta el punto de facturar 3,5 millones de euros en este mismo período.
¿Y cómo ha sido esta transición digital? "Nos adelantamos en transformar los cuadernos en cuadernos digitales. Además, creamos una web interactiva y un e-commerce", explica Enrique Rubio, director general de la compañía. Así, durante la pandemia, con las tiendas físicas cerradas potenciaron los canales de venta en línea.
Consiguieron que su página web recibiese medio millón de visitas al mes y multiplicaron sus ventas a través del comercio online un 273%. Y han sabido aprovechar este canal para dar a conocer cómo han innovado sus productos: "Nos ha permitido acercarnos a todos los padres, los profes... Luego tenemos también una serie de referencias para los públicos mayores", añade Vicente Zacarés, responsable de orientación pedagógica de Rubio.
Nuevos productos y nuevos formatos, pero con la misma esencia de sus inicios, que siguen sacando nota en la era digital.
La ambición de Samuel Bronston
Cuando Madrid soñó con ser Hollywood: los pantanos se volvieron el mar de Galilea y el Foro Romano 'cobró vida'
¿Pudo cambiar nuestro país? Samuel Bronston convirtió la capital española en el mayor plató de cine del mundo, donde grandes producciones y miles de madrileños contribuyeron a crear un legado que aún resuena en la historia del cine.