Judy Garland quiso siempre salir de la oscuridad y ver un mundo lleno de color, una vida feliz que anheló y a la que solo le quedó el consuelo de cantarle 'Somewhere over the rainbow'. Desde pequeña, su voz fue prodigiosa y su talento algo innato.

Su propia madre fue la primera en beneficiarse de ello, explotando su talento por toda América hasta que una gran productora la contrató con solo 13 años. "No creo que me agradara lo suficiente como para aprender de ella. Le tenía miedo", contó la arista en una entrevista.

Los éxitos no tardaron en llegar. Siguiendo el camino de baldosas amarillas, Judy Garland alcanzó Hollywood, la fama y su único Oscar. Mientras, los abusos aumentaron, con rodajes extenuantes y pastillas para no dormir. La productora la usó a su antojo, y pronto ella se quebró. Los ataques de ansiedad, intentos de suicidio y su adicción a las drogas y el alcohol la hundieron.

La actriz se refugió en el amor, con cinco matrimonios y tres hijos, de los que la más conocida es Liza Minelli. En la gran pantalla, Garland renació en 1954 interpretando a lo que era, una exitosa actriz, en 'Ha nacido una estrella'. Y del baile y el canto, sorprendió en el drama con 'El juicio de Nuremberg', uno de los últimos éxitos de una carrera plagada de más sombras que luces.