Elle Macpherson, la famosa exmodelo australiana, ha causado gran controversia al anunciar públicamente que no se someterá a quimioterapia para tratar su cáncer, a pesar de que 32 médicos le recomendaron este tratamiento. En lugar de seguir las indicaciones de los expertos, Macpherson ha optado por terapias alternativas, basadas en la meditación y un enfoque "intuitivo y holístico". Esta decisión, según ha manifestado, surge de su deseo de tratar la enfermedad "desde el corazón", rechazando la quimioterapia a favor de métodos sin evidencia científica.

La postura de Macpherson ha provocado reacciones entre la comunidad médica y los pacientes de cáncer. Teresa Torres, presidenta de la Asociación MUM y superviviente de cáncer de mama, ha sido una de las voces más críticas. "Gracias a la quimio estoy aquí y lo puedo contar", dijo Torres, quien superó la enfermedad hace 13 años. "Esta gente que va por ahí diciendo 'no me voy a poner la quimio' está haciendo muchísimo daño. Mucho daño, porque hay gente que se puede salvar y por escuchar esto no se va a salvar", advirtió.

El caso de Macpherson trae a la memoria tragedias similares, como la de Olivia Newton John y Steve Jobs, quienes también rechazaron la medicina convencional para tratarse el cáncer y, tristemente, fallecieron a causa de la enfermedad. Oncólogos insisten en que la quimioterapia es un tratamiento crucial cuando se recomienda, y que aunque los hábitos de vida saludables pueden ayudar a reducir el riesgo de recaída, nunca deben sustituir a los tratamientos convencionales.

El discurso de Macpherson, que además ha sido declarada antivacunas, es un ejemplo alarmante del peligro de difundir información no respaldada por la ciencia. Los especialistas recuerdan que la ciencia es el único recurso validado para tratar el cáncer y salvar vidas, y advierten contra la influencia negativa que pueden ejercer personajes públicos que, como Macpherson, propagan alternativas peligrosas e ineficaces.