28 años después de haber muerto, Dalí sigue abrazando el surrealismo. Su cadáver será exhumado para descubrir si la pitonisa Pilar Abel es hija del artista. "Lo que me interesa es que se haga la exhumación y de una vez por todas saber mi identidad", ha asegurado Pilar.
Así, los últimos visitantes se han despedido de la tumba del famoso pintor tal cual la dejaron hace casi tres décadas. Una vez desalojados, el museo será casi un búnker en el que trabajarán muy pocas personas. Tal es el celo que se está poniendo que la cúpula de cristal bajo la que está enterrado se tapará con una carpa para impedir la toma de imágenes con drones.
Una vez asegurado el perímetro, empezará lo difícil de verdad. La cripta de Dalí está cubierta por una losa de tonelada y media. La exhumación podría alargarse más de cinco horas hasta que la retiren. Y otro escollo más: los forenses tendrán que actuar con extremo cuidado con el cuerpo embalsamado.
"Es muy importante no contaminar estas muestras. Los profesionales tendrán que ponerse los equipos de protección individual", ha señalado Aina Estarellas, directora del Instituto de Ciencias Forenses de Cataluña. Si todo sale bien, quedará lo más fácil: el análisis. En un máximo de dos meses el caso estará resuelto y se podrá saber al fin si Dalí es padre 28 años después de haber muerto.