Entre los acordes y versos del famoso 'Bésame mucho', Omara Portuondo se ha traído de Cuba la naturalidad y el swing cubano en la maleta. Porque lo que no ha perdido, ni va a perder, la gran dama cubana es el carisma que aún reluce intacto sobre el escenario.
Ni su pañuelo anudado en la cabeza, ni, por supuesto, su voz, insondable e infinita, en esta ocasión acompañada por Jorge Drexler, con quien actuó en el cierre del festival de jazz de Vitoria. "El hecho de estar cantando con ella sobre el escenario es una experiencia removedora para mí", ha asegurado el cantante.
Drexler y Omara comparten algo más que estas tablas; también, su manera de entender la música. "Tiene un swing, un fraseo, una afinación y una manera de armonizar que es una lección cantar con ella", continúa Drexler. En esta parada, el cantante no solo toca y canta. También escucha.
Porque la actuación de Portuondo y Drexler, en el marco del Festival de Jazz de Vitoria, es única. Un 'hola' de la cantante a nuestro país: "Siempre se están riendo igual que nosotros". Pero también supone un adiós. Sonriendo, como siempre, se despide Omara, a sus 88 años, de los escenarios y de España. No sin antes prometer que volverá.
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