Todo por un autógrafo, en la cola llueva o truene, nieve o granice. Gritos, llantos y alguna que otra locura. Una joven, por ejemplo, creyendo que Justin Bieber tenía cáncer se quiso solidarizar con él de la manera más extrema: raparse el pelo.
Hay quien llega a olvidarse de los peligros que da saltarse la seguridad en un concierto, y todo, para abrazar a Michael Jackson. El clásico tatuaje también es otro método extendido entre los más fanáticos.
Una de las mayores fábricas de 'groupies' son las 'boy bands', creadas con papel de calco: con el guapo, el misterioso, el que hace de padre y del que nadie se acuerda. Estos grupos, tienen la vida bastante limitada y cuando se separan, llega el drama.