Wood, de 70 años y que el año pasado fue padre de gemelas, fue diagnosticado durante un chequeo médico previo al inicio de la próxima gira del grupo, prevista a partir del 9 de septiembre y que pasará por Barcelona el 27 de ese mes.

Los Rolling Stone durante el concierto en el festival 'Desert Trip' de California

"Hubo una semana en la que todo pendía de un hilo. Podría haber sido el momento de bajar el telón y decir adiós. Nunca sabes qué es lo que va a pasar", revela en la entrevista el músico, que ya había hecho público que pasó por el quirófano para tratarse una pequeña lesión en el pulmón.

Wood dejó de fumar hace alrededor de un año antes de que nacieran su quinta y sexta hijas, Gracie Jane y Alice Rose, fruto de su matrimonio con la productora teatral de 39 años Sally Humphreys. La enfermedad salió a la luz cuando su médico le preguntó si quería hacerse un chequeo "en profundidad" para analizar el estado de su "corazón, pulmones y sangre".

"Entonces volvió y me dio la noticia de que tenía esa supernova ardiendo en mi pulmón izquierdo. Y, para ser completamente honesto, no me sorprendió", dice el guitarrista.

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Wood asegura que tomó la decisión de que, si el cáncer se había extendido, se negaría a recibir quimioterapia. El músico puntualiza que no desconfía de la eficacia de ese tratamiento: "Se trataba más bien de que no quería perder mi cabello. Este cabello no se va a ir a ningún sitio, me dije, de ninguna manera".

"Una semana más tarde vinieron con la noticia de que no se había extendido", detalla el guitarrista. Wood subraya que se encuentra "bien" tras la operación y que se somete a revisiones cada tres meses. "Tuve una suerte increíble, siempre he tenido a un ángel de la guarda muy fuerte mirando por mí. La verdad es que yo no debería estar aquí", declaró el Rolling.