Se llamaba José Antonio por Primo de Rivera, Julio por Julio Ruíz de Alda y Onésimo por Onésimo Redondo. La falange en pleno. Igual por eso Chicho Sánchez Ferlosio fue justo en dirección opuesta.
En contra del franquismo, de la represión y también en contra del éxito. "Es una persona muy difícil de etiquetar. El gran éxito de Chicho es que sus canciones se canten sin saber siquiera que él es el autor", cuenta David Trueba, director de 'Si me borrara el viento lo que yo canto'.
'Canciones de la resistencia española' fue su disco más famoso. Pero no aquí, en Suecia. Durante la posguerra, dos estudiantes suecos viajaron a España, querían pulsar el ambiente de nuestro país después de la ejecución de Julián Grimau. Chicho acaba grabándoles unas canciones en un magnetófono.
"El disco se graba en Suecia porque los suecos vienen aquí y lo editan como anónimo, para preservar su nombre por razones de seguridad", apunta Trueba. "Se convierten en canciones que interpretan lo que aquí se llaman trovadores", explica Emilio Quintana Pareja, profesor del Instituto Cervantes.
El disco terminó siendo un éxito en Suecia, aunque en España nunca se supo de dónde vino, ni de quién era ese disco, pero sus canciones se convirtieron en himnos contra la represión franquista. Chicho murió en 2003 sin éxito ni reconocimiento público, pero hoy seguiría poniendo el dedo en la llaga.
Trueba lo tiene claro: "Seguiría siendo una mosca cojonera, tocando las narices la poder y a lo sagrado, al que se cree que es intocable".
Ahora, un documental de David Trueba repasa la vida de Chicho y aquel lejano 1963 en el que, sin pretenderlo, un puñado de canciones pasaron a la historia.