Un grupo de jubilados de Florida, en Estados Unidos, parece encontrar la fuente de la eterna juventud mientras se baña en una piscina. Así arranca 'Cocoon', un clásico de ciencia ficción dirigido por Ron Howard y ganador de dos Oscar, una película que si alguien quiere ver hoy en día y no lo tiene en vídeo, DVD o Blu-Ray, le será misión imposible.
La película no se encuentra disponible en ninguna plataforma digital. Y no es la única. 'Amadeus', de Milos Forman, con 40 premios cosechados, tampoco se encuentra fácilmente. Por eso, son muchos los cinéfilos que reivindican el formato físico frente al digital.
Es el caso de Chema. Atesora 2.000 películas en su casa, lo que le da libertad para que “nadie te pueda decir cómo verla o cuándo”. Cuando las ventas en soporte físico caen, los DVDs se descatalogan y aumentan las suscripciones a plataformas online, regentar un videoclub no es tarea fácil.
Marcia dirige el Ficciones, un ejemplo de lo tangible, de que quien busca, encuentra. “Vino una chica, me dijo: '¿Tienes una película que se llama 'Mi socio Mickybo y yo'?'. Le dije que sí y me dijo que era una bendición, que no estaba en ninguna parte”, nos cuenta.
El Ficciones es el tesoro por el que Marcia, dice, trabaja "a brazo partido" por sacarlo adelante, incluso en mitad de una pandemia y a las puertas de un confinamiento. Recuerda cómo el 13 de marzo, de 17 a 22 horas, alquiló 300 películas, con gente comprando bonos de 20 películas.
Porque el cine es cine, ya sea en un videoclub o en el sofá de casa. No importa echar mano de la estantería física o digital, para dejarse seducir por los encantos del séptimo arte.
Eran conocidos como los 'caras rotas'
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Los conocidos como 'caras rotas' eran despreciados por la sociedad, como se narra en El reconstructor de caras. Solo algunos, gracias al cirujano Harold Gillies, vivieron una segunda oportunidad.