Hay que fijarse bien para no perder detalle, hacer alguna foto si es necesario, apuntar el número del lote y seguir catálogo en mano recorriendo la exposición. Y es que más de 4.000 piezas del Hotel Ritz salen a subasta durante tres días.
Son muchos los que se acercan para ver si se llevan a casa un pedazo del lujoso y mítico hotel. Hay quien lo hace por nostalgia, porque se ha pasado "muchas tardes tomando un cafetito y escuchando el piano"; quien lo hace por un motivo familiar porque han celebrado "los bautizos de las hijas"; o porque es algo especial, porque durmió allí en su noche de bodas.
Casi 108 años de historia del que fue el hotel más lujoso de Madrid. A partir de 30 euros de precio de salida es posible hacerse con una joya del hotel. Por 500, un sofá de piel roja del bar o una vajilla en madreperla que la exprimera dama filipina Imelda Marcos regaló al hotel.
Un paseo por su historia, como a modo de despedida, en la que si el bolsillo y su destreza pujando lo permiten, tendrá como recompensa un recuerdo del Ritz adjudicado al mejor postor.