Uno de los momentos más comentados de la 91ª edición de los Premios Oscar fue la interpretación de Lady Gaga y Bradley Cooper, que cantaron el tema 'Shallow' en una actuación que estuvo marcada por la complicidad entre ambos.
Se trata del tema central de 'Ha nacido una estrella', que le valió a la cantante para hacerse con el Oscar a la mejor canción original. Este tema se impuso a 'All the Stars' de Black Panther, 'The Place Where Lost Things Go' de El regreso de Mary Poppins, 'When a Cowboy Trades His Spurs for Wings' de La balada de Buster Scruggs y 'Ill Fight' de RBG.
Cooper y Gaga comenzaron a cantar cara a cara antes de que la cantante comenzara a interpretar su parte del dúo en el piano. Cooper luego se unió a ella, sentándose a su lado para cantar en su micro y terminar dándose un bonito abrazo.
No fue el único momento de protagonismo de Lady Gaga, una de las imágenes de la gala. Al recibir la estatuilla, se emocionó con un discurso en el que destacó que lo importante es "no rendirse nunca".
Entre lágrimas, la artista recordó que ha trabajado "durante muchísimo tiempo" para lograr todo lo que ha conseguido y es que "no es cuestión de ganar sino de no abandonar", si tienes un sueño "lucha por él, si algo te apasiona da igual cuantas veces te rechacen o te caigas, se trata de seguir adelante y levantarse".