Las rosas forman parte del origen de Sant Jordi, la leyenda que circula por Cataluña (y otras zonas) sobre la celebración del 23 de abril. De hecho, la tradición marca que duranta esta celebración las parejas se regalan libros y rosas. Concretamente, rosas rojas. Pero lo cierto es que cada vez están irrumpiendo nuevas tendencias hacia otros colores diferentes y otros formatos más sostenibles. La tradición avanza, pero lo cierto es que en España cada vez quedan menos producciones de rosas. Es más, están a punto de extinguirse.
Sólo el 2 % de las flores proceden de cultivadores españoles, en su gran mayoría de Valencia y de la comarca del Maresme (Barcelona). ¿Y el resto? Un 63 % de las rosas proceden de Colombia, otro 20 % de Holanda y un 15 %, de Ecuador, aunque este país ha bajado su producción de rosa roja por incidencias climatológicas y este año es más cara.
Lo cierto es que en España ya no quedan rosas prácticamente. "No quedan rosas de aquí, la rosa nacional es un hecho anecdótico", debido a que es cara de producir y no es rentable, y ha aventurado que "puede que éste sea el último año que haya producción española". "Sant Jordi ya ha superado al productor nacional" y "la sequía no tiene nada que ver" con esta situación, ha explicado recientemente el presidente del Gremio de Mayoristas de Mercabarna-Flor, Miquel Batlle.
El 80 % de las rosas que se venderán por la celebración de Sant Jordi, el próximo 23 de abril, serán de color rojo aunque cada año se observa más tendencia hacia otros colores diferentes. El sector profesional prevé vender unos 7 millones de rosas, un 20 % más que el pasado año. El concejal de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, ha indicado que el martes será el primer Sant Jordi después de la pandemia "completamente sin restricciones y en un día laborable, volvemos a la normalidad", con la previsión de vender un millón más de rosas.
Si bien este año se considera que esos 7 millones de rosas es una buena cifra de ventas, aún está lejos de las 8.613.000 unidades distribuidas en 2019, antes de la pandemia. Los precios de las rosas de calidad este año se pueden situar a partir de los 4 euros, un coste que puede aumentar si tiene ornamentación, lo que supone un trabajo añadido por el florista.