El concierto de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu no ha defraudado. La cantante ha deleitado a sus fans con una 'performance' digna de la gira que más expectación ha levantado en la música en los últimos tiempos, apareciendo de la nada en el centro del estadio dispuesta a darlo todo durante más de tres horas y media de actuación.
La primera canción que ha elegido para su concierto es 'Miss Americana & The Heartbreak Prince', saludando a sus fans con un "hola" en perfecto castellano y agitando su mano hacia ambos lados del estadio.
"Este estadio es enorme. Solo va hacia arriba y arriba. Es increíble. A veces pienso cómo me está pasando esto a mí", ha compartido con sus seguidores. En Estados Unidos, la gira de Swift generó 5.000 millones de dólares para las economías locales, y se espera que sea la primera gira en superar los 1.000 millones de dólares de recaudación, según la revista Forbes.
Se trata del segundo concierto que Swift ha dado en Madrid tras el que dio en el año 2011, al que fueron 4.000 personas. Mucho ha cambiado desde entonces y ahora Swift cuelga el cartel de 'no hay billetes' de manera constante en sus conciertos. Swift se ha referido a esos 13 años de espera y ha prometido que "nunca volverá a pasar tanto tiempo" hasta que vuelva a España.
Para estos conciertos, la Policía Nacional desplegará 400 efectivos, unos 200 agentes cada día adscritos a unidades de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Madrid que custodiarán las inmediaciones del estadio del Real Madrid antes, durante y después de cada uno de los conciertos.
Los conciertos de Taylor Swift reunirán a unas 130.000 personas en total. De forma adicional, el Samur-Protección Civil reforzará su plantilla con 50 sanitarios más y desplegará un total de ocho ambulancias.
A esta cita tampoco a faltado el ministro de Transportes, un Óscar Puente que ya confesó en El Intermedio que iría al concierto de Swift en Madrid. "Ya salió la Diosa y lo puso todo patas arriba", ha escrito en su cuenta de X (Twitter).
En un momento del concierto, Swift ha agradecido el apoyo del público en el Bernabéu, escuchando una entregada ovación de más de dos minutos entre gritos de 'Taylor, Taylor' después de interpretar 'Champagne Problems'. Sonriente, llevándose las manos a la cabeza y sin poder articular palabra, la artista se ha limitado a decir: "Os quiero. Os quiero mucho. Muchas gracias".
En el concierto no ha podido faltar la entrega de su sombrero durante la canción '22', haciendo entrega del mismo a una niña que había entre el público, con la que ha hablado durante unos segundos entre vítores de los asistentes.
El clímax ha llegado con uno de los temas cumbre de Swift, un 'Shake It Off' que ha llenado de color el Bernabéu y que ha acompañado de otro tema icónico, 'Blank Space', todo dentro del bloque 'Style'.
Con la era 'The Tortured Poets Department' ha puesto el broche de oro al fenómeno de masas que arrancaba pasadas las 20:00 horas y que ha llevado al éxtasis a sus fans, a su gente. También entre los artistas ha recibido halagos, como de una Aitana que afirma amar a Swift "con todo el corazón". "Sobre todo me encanta la cantidad de gente a la que le molesta verla triunfar tanto. Pues ahí está, y va a seguir estando, siempre", ha sentenciado en su cuenta de X.
Ya en el final del concierto, Taylor Swift ha aprovechado para hablar con sus fans de lo que sin duda ha sido un concierto redondo, tanto para ella como para sus fans. "Gracias por ser 'ese' tipo de público, me siento como si el concierto hubiese pasado en diez minutos", ha agradecido la artista ante las decenas de miles de personas que han disfrutado del show.
Cuando decimos que al concierto no le ha faltado de nada es que se ha llegado a ver a Taylor Swift saltando en una trampilla en el escenario como si de una piscina se tratase y simulando que nadaba a lo largo del Bernabéu, como si de una sirena se tratase. Después, ha despertado de su cama, ha subido unas escaleras en dirección a una nube y ha vuelto a aparecer como si nada para cantar 'Lavender Haze'.
Swift ha finalizado el concierto entre una nube de fuegos artificiales, sonido, color, exceso y fiesta, mucha fiesta. Ha sido entonces cuando la artista, ya sin su 'crew' alrededor, se ha despedido de su público desapareciendo por la misma trampilla por la que apareció, poniendo el broche a una noche que sus fans no olvidarán.
En la fiesta de Taylor en España no ha faltado un detalle, no ha sobrado un decibelio y no ha habido hueco para el error, solo para el disfrute de la experiencia de unos fans entregados al fenómeno de masas. Engrasado como un reloj suizo, el primer concierto de Swift en el Bernabéu ha tenido todo lo que se le podía pedir.
No había lentejuelas de más ni purpurina mal puesta. El show de la artista del momento ha irrumpido con fuerza en la capital con dos promesas: volver el jueves con más fuerza y volver -quién sabe cuándo- antes de que pasen otros 13 años sin el fenómeno Taylor.
