Era 1968 y nuestro país conseguía su primera victoria en el Festival de Eurovisión. Entonces en España estaba el dictador Francisco Franco, quien , como muchos, enseguida entendió el verdadero potencial de este certamen.

"La España de Franco de los años 60 estaba intentando ingresar en La Comunidad Económica Europea (CEE) y una de las vías de presentarse como un régimen más abierto fue precisamente intervenir y ganar en el festival de Eurovisión", explica Antonio Obregón, profesor de la Universidad Pontificia Comillas.

Y a Franco no le pudo salir más redondo con dos victorias consecutivas. Un patrón que se repite con otros muchos países tan diferentes como Turquía o Israel. "Israel no solo utiliza Eurovisión, sino también las competiciones deportivascomo un modo de demostrar que es una democracia como las occidentales de todo Oriente Medio", detalla Obregón.

Hasta el presidente de Rusia, Vladimir Putin, muestra su interés por este certamen, e intenta crear uno similar pero en 1994 entra a formar parte de la gran familia. Los conflictos externos rozan, muchas veces, el devenir del festival pero no es hasta 2022 cuando, la guerra de Ucrania hace que la UER expulse a Rusia de Eurovisión.

"Numerosas televisiones públicas reclamaron su expulsión, eso no ha ocurrido, sin embargo, en el caso de Israel", añade el profesor. Una postura que no ha gustado nada a los eurofans que están con "una mezcla de cabreo y tristeza".

Israel sigue en la competición y tienen miedo del mensaje de si gana, quede "el mensaje de que toda Europa está con Israel, mientras cualquier conato de defensa Palestina parece no estar bien visto ni fuera ni dentro del festival".