'Un viaje alucinógeno'
Harina, nazis y LSD: origen e historia de la droga que se convirtió en estandarte del movimiento hippie
Una dosis de historia En la Edad Media, muchos campesinos decían ver al diablo y otras cosas que no podían explicar. Era un mal provocado por el cornezuelo, un hongo que crecía en el centeno. Siglos después, sería el origen del LSD.
¿Sabían que la harina de centeno, los nazis y el LSD están relacionados? Podría parecer que esta afirmación es fruto del consumo mismo de esta sustancia, pero no: y es que esta droga no solo cautivó a los hippies, sino que también los nazis y la CIA se sintieron atraídos por su poder. Pero, ¿cuál es en realidad su origen?
En plena Edad Media, los agricultores aprendieron a temer las puntas negras que crecían en las espigas, el hongo del cornezuelo, porque la harina contaminada podía desatar la locura colectiva durante días y causar la muerte.
Sin embargo, no fue hasta 1943 cuando un químico suizo, Albert Hoffman, sintetizó el LSD-25 a partir de dicho hongo. Así, Hoffman se convirtió al mismo tiempo en su descubridor y en la primera persona en 'colocarse' con esta droga. "Cada individuo que lo prueba entra en un mundo que parece más real que el nuestro", afirmaba el científico.
Aunque Hoffman pretendía cambiar el mundo con este compuesto, los primeros interesados fueron los nazis: en plena II Guerra Mundial, el Tercer Reich deseaba encontrar un suero de la verdad que administrar durante sus interrogatorios. Con el final de la guerra, la CIA retomó el interés por estos compuestos con fines similares y empezó a probarlo en sus propias tropas.
En el vídeo podemos ver a marines que intentan marchar bajo su influencia, imágenes a las que solo separa una década de los años 60, que convirtieron a esta droga en el estandarte del movimiento hippie, uniendo para siempre al ácido lisérgico a la paz y al amor y dejando a un lado su pasado nazi.
Todo esto lo cuenta Norman Ohler en 'Un viaje alucinógeno', donde el autor hace un repaso por la historia de las drogas psicodélicas. El libro perfecto para disfrutar con las luces bajas, buena música y fuera de horas de trabajo