Vuelve el Primavera Sound, pero a qué precio. El considerado uno de los festivales de música más potentes a nivel nacional y europeo ha sorprendido a sus fieles, así como a quienes se planteaban asistir por primera vez a este macroevento, con una remesa de entradas a la venta con costes estratosféricos, no aptos para el bolsillo de cualquiera. Varios pueden ser los factores que han provocado este aumento, que parten de los 325 euros como mínimo a los 520 euros por un abono general (eso, sin contar los pases VIP, mucho más caros) y que a muchos seguidores ha dejado estupefactos.
La organización ha decidido cambiar el modelo de negocio que venía aplicando casi desde su nacimiento (en 2001 arrancó y desde 2005 se celebra en el Parque del Fórum de la Ciudad Condal) de cara a la cita cultural prevista para junio de 2023. En esta ocasión, Barcelona no será la única sede que acoja los casi 200 conciertos que prepara el Primavera Sound, sumando Madrid como nuevo enclave para la celebración de bolos y otras actividades relacionadas.
En la anterior edición, la de 2022, el Primavera Sound se celebró durante dos semanas, del 2 al 11 de junio. El coste del ticket común para cada semana fue de 245 euros (450 en caso del pase VIP), pero se reducía un tanto si se pagaba la asistencia completa al evento: 425 euros por las dos semanas (850 euros VIP). Este año, la cosa pinta distinta con la deslocalización del festival. Tal y como se recoge en la propia web, el importe del abono pasa a ser de 325 euros más impuestos tanto en Barcelona (del 1 al 4 de junio) como en Madrid (del 8 al 11 de junio), con pase al Primavera a la Ciutat incluido.
Precios que se vuelven a reducir si se compra el pack de abonos conjunto para las dos ciudades: 520 euros a los que habría que sumar, en principio, gastos relativos al traslado y al hospedaje en ambas ciudades si no se cuenta con esos recursos. Si hablamos de las VIP, la cosa va a mayores: 545 euros es la cantidad individual marcado para Madrid y para Barcelona, y alcanza los 900 euros si se compran los tickets para asistir al festival en ambas ciudades. En cuanto al precio de entradas por día, estas han subido hasta los 125 euros (185 en el caso de las VIP). Aunque cuentan con descuentos para residentes en las dos zonas por 275 euros (más gastos de distribución), y en el caso de la Ciudad, también para los Carnet Jove. Pero ¿merece la pena acudir al mismo festival en dos ciudades distintas?
Madrid y Barcelona comparten prácticamente el mismo cartel del Primavera Sound, aunque ambas ciudades cuentan con bandas exclusivas
De este planteamiento habría surgido la 'maniobra' ejecutada por el Primavera Sound en los últimos tiempos. La organización del festival ha aprovechado la nueva ubicación en la capital madrileña para promover un sistema de conciertos distinto al de años anteriores: ahora, Madrid y Barcelona compartirán cartel a excepción de unas cuantas bandas de notoria relevancia que actuarán de forma exclusiva en una u otra ciudad. Por poner un ejemplo: quienes se compren la entrada del Primavera Sound podrán disfrutar de formaciones y artistas como Blur, Kendrick Lamar, Depeche Mode o la propia Rosalía. Sin embargo, solo quienes se compren el abono de Madrid podrán ver en directo a The Mars Volta, Bad Gyal o Crack Cloud.
Por su parte, solo aquellos que vayan al evento en la Ciudad Condal tendrán el privilegio de ver a Ghost, Arthur Verocai, The War on Drugs o Israel Fernández y Diego del Morao, entre otras bandas hasta ahora anunciadas. El Primavera Sound ha decidido así potenciar un modelo de negocio proyectando a prácticamente los mismos grupos en dos localizaciones distintas y con actuaciones especiales que requieren una mayor inversión por parte de la empresa. Ya venía asentando la idea años atrás, con la celebración del Primavera Sound Oporto; idea que se ha consolidado con la expansión, este mismo año, de la marca a países de Latinoamérica (Brasil, Argentina, Chile) y EEUU, donde se han llevado a cabo estos macroeventos, aunque con artistas distintos.
Pago a plazos, ¿el futuro de los macrofestivales?
Quizá conscientes del alto coste de las entradas, en el Primavera Sound llevan implementando desde 2013 -según ha indicado la organización a laSexta- un nuevo formato de pago que en los últimos años, y de forma paulatina, se ha ido instalando en España: la financiación de abonos a plazos para acudir a los festivales. Pagar poco a poco para asistir a un macroevento musical de las características de este evento no es una idea novedosa, ni mucho menos. Diversos festivales latinoamericanos, como el 'EDC México', y europeos, como el 'Leeds Festival' de Reino Unido, llevan ya algunos años poniendo a prueba este 'plan presupuestario' para facilitar a los usuarios la asistencia a los mismos sin desembolsar una ingente cantidad de dinero de primeras.
Con esta fórmula parece que han estudiado la situación de su target: en gran parte, gente joven que, dado el contexto socioeconómico, se encuentran en una situación de precariedad o no puede invertir tanto dinero de golpe en un plan como este. "Es una cosa que nos reclamaba nuestro público. A la gente le sirve mucho porque el desembolso de golpe es más costoso", nos indican desde el Primavera Sound. En España, eventos como Andalucía Big Festival o el CalaMijas Fest, ambos en su primera edición, u otros ya conocidos como el MadCool o el BBK Live ya impulsaron en las convocatorias de este mismo año y en anteriores un modelo de pago a plazos que incentivase la compra de unos abonos cada vez más encarecidos. Sin embargo, su aplicación conlleva serios riesgos para los propios usuarios por el volumen de los pagos a afrontar.
Ya el mero hecho de realizar el seguimiento de los pagos resulta en muchas ocasiones muy complicado para el comprador. Algo que no puede suceder en ningún caso, según las reglas planteadas por el Primavera Sound: "Recordamos que la compra de la entrada a plazos supone un compromiso de pago en las fechas indicadas. En caso de que el cobro a la cuenta indicada no sea posible por causas ajenas a la Organización, consideraremos incumplidas sus obligaciones y, por ende, se considerará que no se ha adquirido la entrada y, en consecuencia, no se le devolverán los pagos realizados".
Esta situación plantea un nuevo y peligroso paradigma para los consumidores de cara al posible endeudamiento o a la pérdida inconsciente de ingresos. Las dos asociaciones de consumidores con las que ha contactado laSexta admiten que se encuentran desde hace relativamente poco abordando esta cuestión, por lo que ni siquiera han podido establecer protocolos o paquetes de recomendaciones destinados a alertar a los consumidores del tipo de compra que están realizando y sus consecuencias en caso de impago, aunque aseguran que siguen trabajando con ánimo de garantizar una información y protección mínima para efectuar este tipo de compras.
Una burbuja que no explota
Pero ¿cuál es el origen de este incremento de precios tan notable? Desde el Primavera Sound se apunta a diferentes factores; entre ellos, la pandemia y la inflación: "Ha afectado la subida de los costes de producción de la música en directo. Como les ha pasado a otros festivales, cosas antes tan fáciles como la producción de un festival -levantar un escenario, conectar los cables que haya que conectar...- han subido mucho a causa de la pandemia". Muchas de las empresas que daban soporte logístico a estos festivales cerraron, y ante la escasez de material y personal, los precios se han disparado.
Otra razón que ha llevado a las mencionadas citas a aumentar el valor de sus pases. Un aumento que, como se indicaba al inicio, parece también difícil de asumir para un gran porcentaje de asistentes comunes a estos festivales. ¿Son las únicas razones? "La inflación es un motivo bastante claro. Pero todos sabemos que, aplicado a cualquier industria, un gran porcentaje de la inflación se acaba convirtiendo en puro beneficio". Así lo ve Sixto Martín, cantante y guitarrista del grupo malagueño 'La Trinidad', precisando que "la industria musical no deja de ser otra parte más de ese engranaje, como lo puede ser un banco o cualquier otra empresa".
Pero para Martín, los precios desorbitantes del Primavera Sound también responden a otro elemento: "Además de que los contratos no son ya para una fecha, sino para dos, que (el festival) se haya mudado a dos ciudades y esté haciendo ese franquiciado en Latinoamérica y EEUU pesa mucho, engrosando el dinero a pagar. Pero ellos esperarán el doble de beneficios". El músico de 'La Trinidad' aporta otro dato que afectaría a esta cuestión: el Brexit. "Traer a bandas británicas se ha encarecido mucho a raíz del Brexit; los permisos y licencias que tienen que conseguir para salir de Reino Unido y entrar en la Unión Europea".
Los festivales han ido a cubrir todos esos gastos, lo básico. Pero eso significa ir a festivales con carteles mucho menos arriesgados"
"Antes, a una banda pequeña le costaba dos duros venir. Ahora, a una banda completa le cuesta unos 1.500 euros venir a trabajar, a girar por salas. No hablamos de bandas que no conozcamos, sino aquellas pequeñas que antes se podían lanzar a la aventura y ahora no", continúa el músico. En lo mismo inciden desde el festival: "Traer cosas de Reino Unido desde el Brexit ya no es lo mismo, tampoco desde EEUU". En ningún caso parece haberse dado ese aumento por un alza en los caché de, al menos, los grupos pequeños.
"Esto ha sido una tónica bastante generalizada. De la misma forma que se decía que después de la pandemia íbamos a salir siendo mejores personas y hemos acabado siendo la misma sociedad, con los músicos ha pasado lo mismo", añade Sixto Martín, que precisa: "Se dijo que se iba a acabar con la hegemonía de algunas bandas que llevan años tocando el mismo disco en bucle y con unos cachés astronómicos. Pero no hemos sido mejores bandas. Algunas han subido su caché y nos hemos jodido las de abajo". Se refiere el músico a las "típicas bandas que son cabeza de cartel en España y en el extranjero".
Esta observación también sería clave a la hora de analizar los mencionados importes, por el tipo de inversión que conlleva. "Los festivales han ido a cubrir todos esos gastos, lo básico. Pero eso significa ir a festivales con carteles mucho menos arriesgados, en los que no se potencian a las bandas pequeñas, no se apuesta por la creatividad o por algo que se salga de la norma; por proyectos más experimentales o fuera de la radiofórmula". No obstante, desde el Primavera Sound creen el resultado es el contrario: "Este otoño, muchos grupos han explicado en sus páginas personales que ya no podían girar porque no les salía a cuenta una gira. Esto afecta a los festivales, en el sentido de que tienes que subir el precio de algunas cosas. Hay grupos que, o los traes a un festival, o no los puedes ver".
"Con esta fórmula, se puede tener suficiente presupuesto para traer giras arriesgadas con grupos pequeños, experimentales, que de otra manera les resulta hacer una gira por salas, donde se tendrían que poner precios de entradas con tarifas prohibitivas", insisten. La música en directo facturó más de 380 millones de euros en 2019 en nuestro país, pero la pandemia arrasó con un sector que ha tenido que reinventarse para volver a ser referencia en los planes de ocio culturales programados para el verano.