El sector del doblaje se ha puesto en alerta ante el avance cada vez mayor de la inteligencia artificial, que ya es capaz de dar voz a cualquier ser animado o inanimado. La tecnología clona nuestras voces y por eso, piden regularizar esta tecnología antes de que sea lo suficientemente perfecta.
Cada vez son más las webs que permiten subir un audio al sistema y en apenas unos segundos, aunque las voces en nuestro idioma no acaban de ser perfectas. José Varela, portavoz de UGT en Comunicaciones y Cultura, nos cuenta que más de 5.000 personas trabajan en España para el sector del doblaje, quienes temen que el afán de los estudios por rentabilizar las producciones les haga apostar por esta tecnología.
Cabe recordar que estos estudios ofrecen el precio más barato para el doblaje en Europa: entre los 35.000 y los 40.000 euros por película de distribución. El actor de doblaje Jon Samaniego añade que hay cláusulas en algunos contratos en las que los actores ceden sus derechos para que su voz pueda ser usada "con tecnologías actuales o que se desarrollen más adelante".
La traducción simultánea, o incluso la comunicación, son otros oficios en los que la inteligencia artificial puede cambiar todo el sistema productivo. Un ejemplo reciente es la empresa Domestika, que ha despedido a 89 traductores para sustituirlos por inteligencia artificial.
"El empleo es la centralidad económica. Si nos quedamos sin empleo, nuestro sistema capitalista no funciona. Necesitamos una alternativa económica cuando el empleo desaparezca por la tecnología", valora Varela.
Eran conocidos como los 'caras rotas'
De héroes a monstruos, la desgracia de los soldados desfigurados en la Gran Guerra: "Las novias rompían el compromiso y los niños salían huyendo"
Los conocidos como 'caras rotas' eran despreciados por la sociedad, como se narra en El reconstructor de caras. Solo algunos, gracias al cirujano Harold Gillies, vivieron una segunda oportunidad.