Hace un año Jordi Sánchez tuvo que ingresar por una grave infección derivada del coronavirus. La gravedad fue tal que estuvo en coma inducido durante 24 días.
Ahora el actor ha explicado qué sintió tras despertarse y las secuelas que le dejó esta enfermedad. "Un día me dormí y a los 24 días cuando me desperté fue como si tuviera 30 años más", ha señalado en declaraciones a Antena 3.
Asimismo, ha desvelado que, tras más de tres semanas postrado en una cama, "no podía andar, no podía escribir, no podía hacer prácticamente nada", y reconoce que esta situación le enseñó que "se puede morir de un día para otro".
Al despertar del coma el intérprete llegó a pensar que su hijo había fallecido. "Lo del coma inducido es un horror, te levantas super confundido, no sabes si tus delirios son reales... es un espanto", explicó en Más Vale Tarde el pasado mes de abril.
"Todo el mundo estaba muy feliz porque había despertado, pero yo no entendía nada. Ellos estaban esperando a que me sacaran del coma y yo estaba desesperado porque estaba hecho un desastre", recordó en su entrevista con esta cadena.
Eran conocidos como los 'caras rotas'
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Los conocidos como 'caras rotas' eran despreciados por la sociedad, como se narra en El reconstructor de caras. Solo algunos, gracias al cirujano Harold Gillies, vivieron una segunda oportunidad.