'Un día Lobo López' da título al documental que se adentra en la vida y el universo artístico de Kiko Veneno, tomando como punto de partida la grabación de su disco más emblemático, 'Échate un cantecito'. Un álbum publicado hace 30 años y con el que el cantante se dio una última oportunidad Para vivir de la música antes de tirar la toalla.
Y es que el artista, que siendo un veinteañero compuso el icónico 'Volando voy' de Camarón, y compartió arte, entre otros, con los hermanos Rafael y Raimundo Amador, a principios de los 90 se estaba dando su última oportunidad. "Yo hacía discos por estar ahí, porque la gente no se olvidara de mí y sobre todo porque no me olvidara de que yo era músico", cuenta Kiko Veneno a laSexta.
Lo que cambió esa situación fue 'Échate un cantecito', el disco que salvó su historia en la música, aunque compañeros como Santiago Auserón aseguran que jamás se creyeron que Kiko Veneno pudiera dejar la música.
Asegura el artista en una charla con este medio que "tener siempre huevos en la nevera, con su jamoncito para los chiquillos" era tan importante para él como que no le faltaran lápices y papel para escribir letras.
Con este icónico disco Kiko Veneno creó una experiencia musical que ahora se recorre en 'Un día Lobo López'. El documental que narra la historia de un artista que apostó por innovar desde el barrio.