Miguel Bosé sólo quería despedirse de su sobrina Bimba con un mensaje en su cuenta de Twitter: "Buen viaje Bimba, mi cómplice, mi compañera, mi amor, mi hija querida, guíame".
Lo que nadie esperaba es que algunos, amparándose en el anonimato que proporcionan las redes sociales, aprovechasen un momento tan doloroso para hacer daño. No les vamos a mostrar los comentarios porque son tremendamente ofensivos. Hablaban de homofobia, violaciones e incluso, en perfiles que ya han desaparecido, de necrofilia.
Al ministro de Justicia no le sorprende que la Fiscalía pueda investigar estos mensajes: "Me parece muy razonable que la Fiscalía, y en su caso el juzgado competente, analicen esos mensajes y valoren si ha existido alguna actuación que tenga naturaleza delictiva y por lo tanto que actúen en consecuencia".
Si la Fiscalía actúa y resuelve que se trata de injurias hacia las figuras de Bimba y Miguel Bosé, tendrá que ser el propio cantante el que denuncie estos comentarios para que la Justicia pueda actuar. Los que le conocen aseguran que nunca contesta a las provocaciones y creen que esta vez no va a ser distinto.
Los insultos aparecieron poco después de que Miguel Bosé colgase su mensaje. Muchos de ellos proceden de Latinoamérica y han sido ya borrados por los administradores de Twitter, pero otros, siguen activos como si no hubiesen hecho nada.
Autora de 'La huella vikinga'
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