Con melena rubia y ojos verdes: así recordamos a Farrah Fawcett, el ángel más famoso de la historia, fallecido en 2009. Un ángel que plasmaría Andy wharhol en los 80. Un cuadro con el icónico trazo del artista que colgaba de las paredes de la Universidad de Texas, donde estudió la actriz.
Se pensaba que era único hasta que el que fuera su pareja durante tres décadas, Ryan O'Neal, descubrió que él tenía una copia. Farrah había dejado en su testamento que sus obras de arte debían de estar en la universidad y el centro reclamó el cuadro cuando se enteró que existía otro.
Se inició entonces un mediático y durísimo juicio que ganó Ryan O'Neal. Él defendía que era un regalo, que había sido él quien había presentado a Andy Wharhol y a la actriz; un encuentro del que salió una imagen de polaroid y después los cuadros gemelos.
Pero a pesar de toda su lucha, O'Neal ya no quiere la obra de Farrah Fawcett. La vende por unos 16 millones de euros, muy por debajo de su valor, porque el cuadro está tasado en 21 millones.
O'Neal no quiere perder dinero, pero tampoco que sus hijos hereden el cuadro de Wharhol: cuatro hijos de tres mujeres distintas con largos historiales delictivos. De momento, el cuadro de Farrah Fawcett de Andy Wharhol sigue sobre la cama de su expareja en su casa de Malibú. Está por ver hasta cuándo.