Cuando 50.000 personas se despiden de alguien significa que era bastante querido. Y si era un político, imagínate lo especial que pudo llegar a ser José Antonio Labordeta para tanta gente. Fue tantas cosas que cada uno le recuerda de una forma. Fue el político capaz de mandar a la "mierda" al Congreso de los Diputados cuando a algunos diputados les "fastidiaba que la gente que estuvo torturada por la dictadura fuera a hablar allí".
Era, también, un cantautor aragonés que no sabía cantar jotas; el tipo que llevaba un país en la mochila y poeta que en el fondo siempre quiso ser. "Llega a la conclusión de que con la canción puede llegar a mucha gente, y que es una forma de recitar poesía con un público más amplio", cuenta Gaizka Urresti, coodirector de un documental que, 12 años después de su muerte, rinde homenaje al hombre que dedicó su vida a cantar por la libertad.
El que durante años escribió en secreto un diario que, al descubrir su familia mientras rodaban el documental, les descubrió a un Labordeta desconocido. "No sabía para nada de su existencia. Es un diario muy sincero, muy intimista", relata Juana de Grandes, viuda de Labordeta. Algo que celebra su hija Paula: "Era un hombre muy frágil, pero luchaba como un animal. A mí me sorprendía muchísimo". 12 años hace hoy que despedimos a un hombre extraordinario que quería ser recordado como un hombre sin más.