Existen lugares especiales capaces de transportarte a épocas pasadas y hacer que te sientas parte de momentos importantes de la historia. Esto es lo que sucede cuando entras en el restaurante 'Chikito'. Este establecimiento, situado en pleno centro de Granada, guarda grandes anécdotas en su interior, y es que por él han pasado numerosas personalidades.
La importancia de este restaurante radica en su pasado. Sus paredes se asientan sobre lo que en un tiempo fue el Café Alameda, sede de la tertulia 'El Rinconcillo', una de las más vanguardistas de la España de entonces y que fue frecuentada por conocidos intelectuales de la época como Federico García Lorca o Manuel de Falla, entre otros.
El poeta, acompañado de su hermano Paco, llegó a este lugar en calidad de pianista. Aquí se empapó de las tendencias culturales y sociales de la época, convirtiéndose pronto en el alma de esta tertulia, que frecuentaron no solo intelectuales de la zona (como el político Fernando de los Ríos o el guitarrista Andrés Segovia) sino también personajes tan diversos como H.G. Wells, Rudyard Kipling o Arthur Rubistein.
Sin duda, una gran historia que Luis Oruezábal no dudó en conservar cuando el 16 de marzo de 1976 decidió abrir las puertas del restaurante Chikito. Nacido en Argentina, se traslada a la ciudad al convertirse en jugador del Granada C.F, momento en el que ve este lugar como una buena forma de inversión, lo que le lleva a abrir este restaurante junto a un compañero suyo del equipo, el portero uruguayo Mazurkiewicz.
Para dejar constancia del punto de reunión tan importante que supuso en el pasado para estos grandes intelectuales, dentro del establecimiento se encuentra una estatua a tamaño real de Federico García Lorca. Una escultura que hace que hoy en día este sitio se haya convertido en uno de los puntos indispensables que ver si quieres descubrir la Granada del poeta, y es que está situada sobre una réplica de las sillas y la mesa de ese entonces.
"Además, en el mismo salón hay una columna auténtica de esa época que está revestida con cristales para que los comensales puedan verla", cuenta Daniel Oruezábal a laSexta.com.
Lo cierto es que, durante estos 46 años de historia son muchas las anécdotas que se han vivido en este establecimiento. De hecho, sus paredes son un fiel reflejo de todas las personalidades que han desfilado por allí desde su inauguración. Desde Joaquín Sabina hasta Pau Gasol o Joan Manuel Serrat. Famosos de diferentes sectores que no han dudado en hacer una parada en este lugar tan emblemático de Granada. Un restaurante convertido en una parada indispensable para todos los amantes de la cultura y la gastronomía de esta ciudad.
Ahora, y tras el paso del tiempo, el hijo de Luis Oruezábal recuerda con cariño algunas de estas ilustres visitas. "Hemos tenido el honor de recibir la visita de Felipe de Borbón, que en ese momento era Príncipe de Asturias, John McEnroe, actores como Benicio del Toro y cantantes españoles como Miguel Ríos o Víctor Manuel. También gente mítica del periodismo como Matías Prat con su hijo o Carmen Sevilla", explica.
Aunque, sin duda, si hay una que recuerda con especial ilusión es la de Diego Armando Maradona. "Vino el año en el que su hermano Lalo fichó por el Granada. Me acuerdo que yo era pequeño y eso fue un hito en la ciudad. Recuerdo con mucho cariño tener la suerte de pasarme el balón con Maradona", confiesa asegurando que esto es algo que no se olvida.
Visitas que quedan reflejadas en las numerosas fotografías que adornan este lugar. El restaurante se caracteriza por trabajar "una cocina tradicional que a lo largo de los años ha ido variando". De esta forma, además de su historia también se puede degustar deliciosos platos como el 'remojón Granadino' o la sopa sevillana. Un lugar en el que poder deleitarse con las tradiciones culinarias granadinas y andaluzas y con su bien seleccionada y cuidada bodega. Sin duda, un restaurante que ha conseguido convertirse en un sitio emblemático de la ciudad.