La "chica
material" utiliza un terreno municipal para aparcar su flota por 720 euros
al mes, muy por debajo del precio de mercado en Lisboa, donde aparcar es una
pesadilla y una plaza en un parking privado se alquila por entre 120 y 150
euros mensuales, en función de la zona.
El terreno está detrás
del Palacete Pombal, un edificio histórico propiedad del consistorio y muy
próximo a la residencia de la cantante, el Palácio Ramalhete, una construcción
del siglo XVIII cerca del río Tajo, que antes fue utilizado como hotel
boutique.
Los vecinos consideran
que el Ayuntamiento beneficia a la cantante estadounidense y la polémica ha
crecido en las últimas horas hasta convertirse en uno de los temas estrella de
la agenda política e informativa de Lisboa.
"En nuestra junta
(barrio), quince o veinte estacionamientos ya hacen una gran diferencia",
lamentó Luís Newton, portavoz del barrio de Estrela, considerada una "zona
de gran presión" para conseguir aparcamiento. Newton ha denunciado en una
cadena de televisión local que durante los últimos dos años ha tratado, sin
éxito, de conseguir nuevas plazas de aparcamiento para los vecinos.
La polémica ha llegado a
las tertulias televisivas, que han abierto los micrófonos a los vecinos de la
zona. "Si gana tanto dinero, debería pagar por el aparcamiento las 24
horas del día", defendió Pedro Lopes. En la tormenta ha intervenido
también el presidente del Automóvil Club de Portugal (ACP), Carlos Barbosa,
para quien es "completamente surrealista" y una "vergüenza"
el trato de favor hacia la cantante: "Es una ciudadana más, tenga más o
menos dinero que el resto", añadió en una entrevista con la cadena Sic.
El dirigente del ACP
lamentó que, con un transporte público que definió como "francamente
malo", el Ayuntamiento no haya creado más estacionamientos en la ciudad,
que en los últimos años ha perdido a "cerca de 200.000 habitantes".
A su juicio, el caso de
Madonna es una nueva demostración del proceso de gentrificación que vive la
capital lusa, donde el precio de la vivienda se ha disparado en los últimos
años alimentado por las ventas inmobiliarias de las zonas turísticas, que han sido
"compradas por extranjeros o reconvertidas para Airbnb", agregó
Barbosa.
"No tiene sentido
que no haya estacionamientos en Lisboa, porque fueron el Ayuntamiento y el
Gobierno quienes expulsaron a los lisboetas", denunció. Un proceso animado
por la presencia de conocidos personajes de la farándula de todo el mundo, como
los actores Michael Fassbender, que adquirió un apartamento de lujo en el
barrio de Alfama; John Malkovich, que es socio de varios restaurantes y una
discoteca; y Scarlett Johansson, que también tiene casa en Lisboa. Para
Barbosa, el alcalde lisboeta, Fernando Medina, se ha visto
"asombrado" por las celebridades. "Es un sinsentido",
insistió.