Sorpresa e indignación en las redes sociales por el concierto de Raphael celebrado en el WiZink Center de Madrid, que congregó a cerca de 5.000 personas en plena pandemia. En concreto, fueron 4.368 las personas que durante más de dos horas compartieron espacio con el mítico cantante, convirtiéndose así en el espectáculo más multitudinario que ha acogido España desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus; un virus que, por otro lado, no impidió que Raphael volviese por Navidad un año más al principal escenario de la capital española, aunque esta vez acompañado de medidas y precauciones sanitarias activadas.
El aforo correspondería a un 25% del total, y las restricciones ahora se sitúan en el 40%. Quienes han estado dicen que las medidas no han faltado, aunque es cierto que ver a tanta gente impresiona. "Qué felicidad más grande tenerles enfrente. Esta noche es muy importante para mí y sé que para muchos de ustedes también, que esto empiece a rodar", expuso el cantante, que celebraba sobre las tablas del recinto sus 60 años de carrera en la música. No son pocos. Pero el evento no gustó a todos, y fueron muchas las críticas que se vertieron en Twitter por permitirse que se reunieran miles de personas en el concierto.
"Morimos y lloramos, sí. Por culpa de gente con pocas luces y mucho ego. De empresarios sin empatía que sólo piensan en ganar dinero. Y de políticos sin escrúpulos que no nos merecemos", ha lamentado Rubén Sánchez, de FACUA. No ha sido el único. También personalidades como Ibai Llanos, que se preguntaba qué estaban haciendo si luego "dicen que tienes que celebrar las navidades con máximo diez personas", o el perfil Enfermera Saturada, que proponía llevar a toda su familia y "unos tuppers con el pavo" al WiZink para celebrar la Nochebuena "todos juntos", entre otros, han denunciado públicamente la celebración de ese acto.
Ello no ha impedido que la ciudad de Madrid acoja en el mismo espacio una nueva cita con el cantante Raphael. A pesar de las críticas vertidas, se ha repetido el evento, dejando claro desde el principio que hay distancia entre sillas, que las mascarillas son obligatorias y que las entradas y salidas se dan de forma escalonada.
Ahora que las familias no van a poder ser más de seis, entiendo ese malestar"
Esto ha provocado además que se haya convertido en tendencia el hashtag #AyusoDimisión, a través del cual miles de personas han lamentado las medidas tan restrictivas para celebrar la Navidad pero no para un concierto. Precisamente, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha salido horas después para dar explicaciones por la celebración de ese espectáculo.
"Entiendo a la sociedad cuando ve un concierto como el del WiZink. Además, la imagen confunde. El Palacio de los Deportes tiene una capacidad para 16.000 personas y estaba al 30%, pero ahora que las familias no van a poder ser más de seis, entiendo ese malestar", ha asegurado Díaz Ayuso. No obstante, ha matizado que "si la incidencia acumulada en Madrid fuese preocupante de aquí en adelante se suspenderían todos esos eventos porque los aforos son tan bajos que lo siguiente es la suspensión".
"También quiero que tengan claro los ciudadanos que, a pesar de esas imágenes, el WiZink Center renueva el aire cada 12 minutos, que es un lugar seguro con muchas entradas y salidas, que había doble mascarilla y que todos los que fueron se registraron para que, si en el futuro hay algún problema, puedan estar localizados", ha apuntado la máxima dirigente del Gobierno de la región madrileña, que ha concluido afirmando que "la mayoría de los contagios que estamos viendo se están produciendo en el ámbito doméstico".