La declaración de intenciones quedó fijada en el minuto uno con el discurso de Ernesto Sevilla: "Esta noche queremos reivindicar el papel de la mujer". Grito unánime de denuncia ante la falta de mujeres en el cine y ante la falta de igualdad: "Que las mujeres siempre estemos en un lugar secundario o de objeto deseo eso afecta también al imaginario colectivo" defiende Leticia Dolera.
Se pidió paridad y, ante todo, respeto: "Porque solo derrotando la superioridad de género derrotaremos también al monstruo de la violencia contra las mujeres" asegura Nora Navas, vicepresidenta de la Academia. Y este es, dicen, es el momento de cambiar: "Está bien dar voz a los que no la tienen" dice Nathalie Poza. Solo dos mujeres optaban a premios de dirección: "En 31 ediciones solo tres señoras han conseguido este premio" explica Ernesto Sevilla.
El rojo de los abanicos fue el símbolo de esta lucha. Unos abanicos que también lucieron políticos como Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, a los que se les pidió compromiso: "Esperemos que esto no sea una moda, sino un cambio real" defiende Bruna Cusí. Y que la igualdad no sea un tema en el que rehúyan entrar: "La igualdad la tenemos en las leyes pero todavía la igualdad no es real" asegura Cristina Cifuentes.
Una de las más críticas fue la actriz Pepa Charro: "Cobramos el 40% menos que los hombres". Y fue un paso más allá: "Qué suerte tenemos que nos toca todo, como hacía Weinstein". El cine y la sociedad las necesita: "Nosotras somos la otra mitad, la mitad del mundo" confiesa Dolera. Y tiene que estar en su lugar: el lugar del que siempre, hasta ahora, se les ha privado.