Hace ya tres años que el Sonorama cruzó el charco y trajo lo que sonaba al otro lado del Atlántico. Música caribeña, sonidos amazónicos, cumbia, reggae, salsa... Todo, encima de un escenario que curiosamente se llama 'charco', cargado de reivindicación.
"Mi música va de resistencia, va de lucha, el repudio hacia el machismo, la desigualdad de género", asegura la cantante argentina Miss Bolivia. Ella busca empoderar a las mujeres, ofrecerles su música para ayudarlas a denunciar, según dice, "el abuso del patriarcado".
"Me dicen 'gracias, porque escuché tal canción tuya y me dio fuerza para poder salir de ahí'", señala Miss Bolivia. No es la única. Con su mezcla de blues, hip-hop y jazz, la argentina Nathy Peluso también canta contra el machismo. "Es un mensaje cargado de amor. Empoderar a todo el humano que me oiga, ya sea a las mujeres, a los hombres, a las personas", asegura la cantante.
En esta lucha, sus puños, según dicen, están en su lengua y sus canciones con las que combaten las letras sexistas de géneros como el reggaeton. Su fórmula es simple: "Apropiarme de ese estilo musical, convertirle la carga y devolvérsela a la comunidad con un contenido emancipador. Me río del machismo", reivindica Miss Bolivia. Toda una declaración de intenciones, segura y firme, que resuena estos días en el Sonorama.