Si uno se fija en el cuadro del que hoy hablamos, podemos pensar que se trata de uno más. En él, vemos a tres niños de una familia adinerada de Luisiana (Estados Unidos) en un paisaje campestre. Sin embargo, todo cambió cuando la obra fue restaurada.
Al hacerlo, apareció una cuarta persona, un joven negro que era el esclavo que cuidaba de los pequeños. Vayamos por partes para intentar entender el misterio que envuelve a esta obra. 'Tres niños en un paisaje' fue el nombre con el que se bautizó al cuadro, que fue donado al Museo de Arte de Nueva Orleans en 1971. Allí se almacenó sin ser expuesto y después fue subastado.
En 2005, la persona que se hizo con el cuadro lo restauró y descubrieron la figura de Bélizaire, nombre del joven esclavo. El cuadro fue un encargo en 1837 de Frederick Frey, un importante comerciante de Louisiana. En él retrataba a sus hijos junto al esclavo que desde los 6 años era propiedad de la familia.
Sabemos ahora que los niños murieron poco después, que los negocios familiares fueron a peor y que, tras la muerte del comerciante, su viuda vendió a Belizaire a otra familia. Poco después comenzó la Guerra de Secesión y ahí se pierde su pista. No se sabe si Bélizaire murió siendo esclavo o como hombre libre.
El cuadro siguió en la familia, pero alrededor de 1905 alguien hizo desparecer al esclavo. Con esta historia en la mano, el Museo Metropolitano de Nueva York ha adquirido el cuadro por su excepcionalidad y lo expondrá contando su historia como metáfora de las millones de vidas que como Bélizaire, levantaron un país que les borró de la historia oficial.