En un campo de un agricultor ha aparecido un mar de piedras azules. No es magia, es arte. "Trajimos la piedra de otra finca", cuenta. Floren vive en Santa Lucía de Ocón, un pueblo riojano de 18 habitantes que tiene su propia muestra de arte contemporáneo.
"Hemos tenido fotógrafos, pintores, escultores, artistas", afirma Rosa Castellot, codirectora de la muestra.
La iniciativa es de un matrimonio del pueblo. Invitan a los artistas para crear obras que puedan integrarse en pleno campo. "Incluso ha venido gente que ha creído que estas piezas ya estaban aquí, eso quiere decir que las hemos integrado bien en el medio", explica Toño Naharro, alfarero.
En unos totems de barro unas grabadoras registran los mensajes del público. "La idea era que tú dejases un mensaje que no se te ocurriera en otro lugar", comenta la artista Bibiana Martínez.
En un campo cercano ha caído un meteorito, pero de plástico. Una obra efímera para reflexionar sobre la contaminación. "Es algo, digamos, insólito, no habitual y atractivo. Porque la gente viene y dice: un pueblo tan pequeño y ¡mira todo lo que hacen!", cuenta Castellot. Un museo al aire libre que tiene entrada libre.